Santa Clotilde nació en Lyon, alrededor del año 474 cuando lo que hoy conocemos como Francia era un montón de reinos y señoríos, casi todos paganos.
Santa Clotilde vivía prisionera de su tío el Rey Gundebaldo, quien había hecho asesinar a sus padres y hermanos para quedarse con su reino, hasta que fue rescatada y desposada por Clodoveo, rey de los merovingios. Ella aceptó a pesar de que él era pagano, con la condición de que su religión le fuera respetada.Durante años intentó convertir a su marido al catolicismo, pero no tuvo éxito hasta que en el año 498 durante la batalla de Tolbiac entre los francos y los alemanes, Clodoveo viendo que iba a ser derrotado, se encomendó al Dios de Clotilde, a Aquel que nunca abandona a los suyos, prometiendo convertirse si recibía ayuda celestial. Las tornas cambiaron, las tropas de Clodoveo vencieron y él, en agradecimiento y respetando su promesa, se hizo cristiano.
Tras la muerte de su marido, Santa Clotilde tuvo que sufrir las peleas de sus hijos y el asesinato de sus hijos mayores a manos de sus tío, pero continuó honrando a Dios, realizando obras piadosas y construyendo iglesias y monasterios.
Por la gran generosidad que la caracterizó y las obras de caridad que llevó a cabo, muy pronto se le consideró en santidad. Santa Clotilde es la santa patrona de los niños problemáticos y de los niños adoptados. Se invoca a esta Santa contra la muerte súbita, para lograr la conversión de los maridos, contra las fiebres y las enfermedades de las piernas.