Yusef Makhlouf nació el 8 de mayo de 1828 en Beqaa-Kafra, el lugar habitado más alto del Líbano, y creció con el ejemplo de dos de sus tíos ermitaños. Con veintitrés años, abandonó en secreto su casa e ingresó en el monasterio de Nuestra Señora de Mayfuq, adoptando el nombre de un mártir sirio, Chárbel. Se ordenó sacerdote en 1859, trasladándose al monasterio de San Marón en Annaya donde vivió durante quince años como un monje modelo. San Chárbel trabajaba los campos y ayudaba a los demás monjes en todas las tareas, pero lo que más le complacía era la lectura espiritual y cantar los oficios en el coro. Este gusto por la vida contemplativa hizo que pidiera permiso a sus superiores para vivir como un ermitaño.
Así, comenzó su vida en el desierto donde bajo la obediencia de otro ermitaño pasó 23 años de ayuno, trabajo y oración en una soledad únicamente perturbada por los visitantes que acudían en busca de consejos o milagros atraídos por su reputación de santidad.
Una mañana a mediados de diciembre de 1898, enfermó justo antes de la consagración mientras celebraba Misa. Sus compañeros le ayudaron a llegar a su celda y allí pasó sus últimos días, con una parálisis que le impedía moverse, hasta que la noche de Navidad, repitiendo la oración que no pudo terminar en el altar «Padre de Verdad, tu hijo amado, que hace un increíble sacrificio por nosotros. Acepta esta ofrenda: Él murió par que yo pudiera vivir. Toma esta ofrenda. Acéptala», falleció en paz.
Milagros
Cuerpo incorrupto:
Curaciones prodigiosas:
La joven Hosn Mohair había nacido con una pierna 5 ó 6 cm más corta que la otra, lo que la hacía cojear. Un día en 1950, fue a Anaya y recogió agua bendita y tierra cercana a la tumba del Santo. Durante días se frotó la pierna con el barro formado con el agua y la tierra recogida, mientras su familia intentaba disuadirla para que no se desilusionara. Pero la joven continuó haciendo gala de una fe inquebrantable hasta que la pierna alcanzó la misma longitud que la otra y pudo caminar normalmente.
Sor Marie-Abel Kamari de la congregación del Sagrado Corazón quien, afectada de una ulcera muy grave, sano instantáneamente el 12 de Julio de 1950, mientras estaba rezando sobre la tumba del Santo.
Iskandar Nalm Obeid, de Baabdate que en el 1937, tenia perdido el uso de un ojo y estaba perdiendo también el otro, recuperó la vista mientras estaba rezando sobre la tumba de Santo.
Myriam Aouad, de Mammana, afectada de un cáncer incurable en la garganta, sanó en 1967.
Oración para la salud
Tú Señor, que no quieres la muerte del pecador, sino que se arrepienta y viva, dígnate aceptar los sufrimientos y las angustias de tu hijo (a) (se dice el nombre) afligido (a) por la enfermedad…
Por la intercesión de San Chárbel, apóstol de los enfermos, concédenos valor y paciencia en la enfermedad; y si es tu voluntad, otórganos la salud del alma y cuerpo manifestando tu poder de amor y compasión.
Para que sano y alegre cumpla tus mandamientos y proclame tus maravillas.
¡Oh, Señor!, Dios nuestro, a ti sea la Gloria ahora y por los siglos de los siglos. Amén.
Oración para el trabajo
San Chárbel, intercesor en todo problema difícil, consígueme un trabajo en donde me realice como humano y que a mi familia no le falte lo suficiente en ningún aspecto de la vida. Que lo conserve a pesar de las circunstancias y personas adversas. Que en él progrese, mejorando siempre mi calidad y gozando de salud y fuerzas. Y que día a día trate de ser útil a cuantos me rodean. Asocio tu intercesión a la Sagrada Familia, de la cual eres pariente, y prometo difundir tu devoción como expresión de mi gratitud a tus favores. Amén