Como os anuncié, el pasado 25 de abril se produjo un eclipse lunar en Escorpio, con luna llena, que iniciaba la temporada de eclipses y de cambios.
El segundo eclipse del año es un eclipse anular de sol durante la luna nueva en Tauro que tan solo ha sido visible en Australia, Nueva Zelanda y la zona del Pacífico sur. Sin embargo, sí notaremos sus efectos y estos durarán hasta el próximo eclipse que tendrá lugar el 25 de mayo y será un eclipse penumbral de luna y que será de gran importancia por dar inicio a un nuevo saros.
En primer lugar, deciros que los eclipses de sol traen cambios y crean ciertas dudas e incertidumbres. Nos hacen replantearnos cosas, pensar en sueños que no hemos realizado y, sobre todo, hacernos sentir inquietos e intranquilos. Esto es debido a que el eclipse de sol es una conjunción luna – sol, es decir, que desde la tierra, los dos astros que nos iluminan están en la misma longitud celeste. Además, siempre se producen en luna nueva, que es la que crece y dirige su energía hacia inicios y renovaciones.
Por otro lado, el eclipse de hoy se produce en Tauro que siendo un signo de tierra y estabilidad, produce una energía opuesta a la de la los eclipses.
Todo esto implica que nos adentramos aún más en una época de cambios y transformaciones en la que nos encontraremos indecisos. Dudaremos y tendremos la tentación de echar el ancla y permanecer como antes, inmóviles ante los cambios.
Pero los cambios son inevitables y luchar contra ellos sólo nos producirá un gran desgaste…
¡Aprovéchalos en tu favor! Utiliza la gran energía que emana del eclipse para analizar y detectar lo que impide que avances. Ábrete a la energía creativa de Tauro y utilízala para abrirte a nuevas oportunidades y afrontar nuevos retos.
Os dejo un enlace para que podáis ver la hermosura de este eclipse.