En el universo existen unos seres espirituales a los que generalmente llamamos ángeles y que son citados en las escrituras de la mayoría de las religiones, que los consideran servidores y mensajeros de Dios; unas criaturas espirituales que dan testimonio de la gloria de Dios.
Las escrituras nos dicen de ellos:
“los ángeles son las criaturas más nobles creadas por Dios“; son inmortales, tienen voluntad propia, poseen conocimientos más amplios y su poder es muy superior a los hombres (Salmo 103,20; 2 Pedro 2,11). Su apariencia puede ser como un relámpago, y sus vestiduras blancas como la nieve (Mateo 28,3); siempre están en la presencia del Padre Eterno (Mateo 18,10), y constituyen su ejército celestial (Salmo 148,2), siendo “millones de millones” (Daniel 7,10; Apocalipsis 5,11).
También diversos santos mencionan a estos seres celestiales:
Santo Tomás de Aquino nos recordaba que los ángeles fueron creados antes que el hombre, ya que el ángel caído fue el que incitó al pecado a Adán y Eva y destacaba tres instantes: su creación, la prueba de obediencia a Dios, y el consecuente premio del cielo para los ángeles buenos, y el castigo del infierno para los ángeles malos.
San Gregorio Magno indicaba que “casi todas las páginas de la revelación escrita, dan testimonio de los ángeles“. Así, en la Biblia se mencionan a los ángeles alrededor de 400 veces. En la vida del Hijo de Dios, se encuentran desde su nacimiento en el portal de Belén, hasta su triunfante resurrección en Jerusalén, y regreso al cielo. Por eso, Cristo Jesús es superior a todos ellos (Hebreos 1,4), creados por él ( Colosenses 1,16); y sometidos bajo su autoridad y poder (1Pedro 3,22).
Según Dionisio “el Areopagita”, estos seres invisibles están organizados en tres jerarquías compuestas cada una por tres coros que dan lugar a los denominados nueve coros de ángeles.
Arcángeles Dentro de estas jerarquías encontramos a los arcángeles, seres de entidad superior a los que podemos identificar como enviados de Dios por la terminación “-el” de sus nombres y que sirven de mensajeros celestiales, manifestando la protección de Dios a los hombres. En la Biblia se nombra a 3 arcángeles: Miguel, Gabriel y Rafael, que son los que celebra la iglesia católica romana el 29 de septiembre. Sin embargo, otros cristianos, los judíos e incluso los musulmanes, reconocen a otros arcángeles.
En la tradición cristiana, se ha pensado que existen más arcángeles. Esta creencia se basa en los siete espíritus que menciona el evangelio de San Juan, en el Libro de Enoc y en las tradiciones de los judíos y de los primeros cristianos.
De estos arcángeles no mencionados explícitamente en la Biblia, el que más destaca es Uriel, quien junto a Miguel, Gabriel y Rafael representan los cuatro elementos y los cuatro puntos cardinales.
Invocaciones
Miguel: Este arcángel vibra bajo la luz del rayo color azul. Sus virtudes son la fe, el poder, la fuerza, el equilibrio. La invocación de este arcángel se puede realizar en momentos de decisiones importantes o buscando protección de cualquier orden. El arcángel Miguel gobierna el punto cardinal este.
Gabriel: Este arcángel vibra bajo la luz del rayo color blanco, que es el color que permite manifestar la armonía y la belleza. Son sus virtudes la pureza, la resurrección y la ascensión. Su invocación puede realizarse en momentos de gran abatimiento, estados depresivos, cuando se sienta alejado de la sabiduría divina y el amor de Dios. El arcángel Gabriel gobierna el punto cardinal norte.
Rafael: Este arcángel vibra bajo la luz del rayo de color verde. Su virtud es elevar la verdad, disipar la sospecha de la mentira y es de gran ayuda en los momentos en que la salud flaquea ya sea física, mental o espiritual como así en la curación de una enfermedad. El arcángel Rafael gobierna el punto cardinal oeste.
Uriel: Este arcángel vibra bajo la luz del rayo de color oro-rubí, que puede ser amarilla o naranja. Son sus virtudes la paz, armonía, provisión material. Se dice que San Cayetano fue guiado por este arcángel cuando estuvo en la tierra, Uriel le proveyó de paciencia y de confianza en la presencia divina de Dios en todo momento. Se lo invoca para abrir horizontes y lograr soluciones adecuadas. El arcángel Uriel gobierna el punto cardinal sur
