Todos hemos aprendido de niños esa hermosa oración a nuestro ángel de la guarda pero ¿quienes son estos ángeles a quienes dedicamos nuestra primera oración?
Santo Tomás de Aquino nos explicó de forma sencilla los las nueve categorías de los Coros angélicos: «Los Serafines, Querubines y Tronos, forman la augusta corte de la Santísima Trinidad; las Dominaciones presiden el gobierno del Universo; las Virtudes, la fijeza de las leyes naturales; las Potestades refrenan el poder de los demonios; los Principados tienen bajo su amparo a los reinos y naciones; lo Arcángeles defienden a las comunidades menores, y los Ángeles guardan a cada uno de los hombres».
Los Ángeles Custodios o Ángeles de la Guarda son aquellos que Dios ha destinado a cada uno de nosotros para que nos amparen, nos guarden y nos guíen.
Hoy, más que ningún día, recordad a estas criaturas espirituales que Dios nos ha asignado y a los que, con frecuencia, damos mucho trabajo…
Oración
Ángel santo de la guarda, compañero de mi vida, tú que nunca me abandonas, ni de noche ni de día. Aunque espíritu invisible, se que te hallas a mi lado, escuchas mis oraciones y cuenta todos mis pasos. En las sombras de la noche, me defiendes del demonio, tendiendo sobre mi pecho tus alas de nácar y oro. Ángel de Dios, que yo escuche tu mensaje y que lo siga, que vaya siempre contigo hacia Dios, que me lo envía. Testigo de lo invisible, presencia del cielo amiga, gracias por tu fiel custodia, gracias por tu compañía. En presencia de los Ángeles, suba al cielo nuestro canto: gloria al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espíritu Santo.
Amén